Por más que analizo para hallar la aplicación
que le da la WT al versículo 18 del capitulo 4 de libro de Proverbios, no la encuentro.
Proverbios 4:18: Mas la senda de los justos es como la luz de
la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.
En ninguna parte de la biblia encuentro
que los justos representan al Cuerpo Gobernante ni tampoco dice que la luz de
la aurora es su forma progresiva de encontrar explicación (fantástica) a sus
doctrinas o lo que ellos le llaman nueva luz o iluminación, por cierto que ahora
le llama actualización.
A continuación esta versículo por versículo
del capítulo 4 de Proverbios:
Proverbios
4:1-27
4 Oíd, hijos, la enseñanza de un padre,
Y estad atentos, para que conozcáis cordura.
Y estad atentos, para que conozcáis cordura.
2 Porque
os doy buena enseñanza;
No desamparéis mi ley.
No desamparéis mi ley.
3 Porque
yo también fui hijo de mi padre,
Delicado y único delante de mi madre.
Delicado y único delante de mi madre.
4 Y él me
enseñaba, y me decía:
Retenga tu corazón mis razones,
Guarda mis mandamientos, y vivirás.
Retenga tu corazón mis razones,
Guarda mis mandamientos, y vivirás.
5 Adquiere
sabiduría, adquiere inteligencia;
No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
6 No la
dejes, y ella te guardará;
Amala, y te conservará.
Amala, y te conservará.
7 Sabiduría
ante todo; adquiere sabiduría;
Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
8 Engrandécela,
y ella te engrandecerá;
Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
Ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado.
9 Adorno
de gracia dará a tu cabeza;
Corona de hermosura te entregará.
Corona de hermosura te entregará.
10 Oye,
hijo mío, y recibe mis razones,
Y se te multiplicarán años de vida.
Y se te multiplicarán años de vida.
11 Por el
camino de la sabiduría te he encaminado,
Y por veredas derechas te he hecho andar.
Y por veredas derechas te he hecho andar.
12 Cuando
anduvieres, no se estrecharán tus pasos,
Y si corrieres, no tropezarás.
Y si corrieres, no tropezarás.
13 Retén
el consejo, no lo dejes;
Guárdalo, porque eso es tu vida.
Guárdalo, porque eso es tu vida.
14 No
entres por la vereda de los impíos,
Ni vayas por el camino de los malos.
Ni vayas por el camino de los malos.
15 Déjala,
no pases por ella;
Apártate de ella, pasa.
Apártate de ella, pasa.
16 Porque
no duermen ellos si no han hecho mal,
Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.
Y pierden el sueño si no han hecho caer a alguno.
17 Porque
comen pan de maldad, y beben vino de robos;
18 Mas la
senda de los justos es como la luz de la aurora,
Que va en aumento hasta que el día es perfecto.
Que va en aumento hasta que el día es perfecto.
19 El
camino de los impíos es como la oscuridad;
No saben en qué tropiezan.
No saben en qué tropiezan.
20 Hijo
mío, está atento a mis palabras;
Inclina tu oído a mis razones.
Inclina tu oído a mis razones.
21 No se
aparten de tus ojos;
Guárdalas en medio de tu corazón;
Guárdalas en medio de tu corazón;
22 Porque
son vida a los que las hallan,
Y medicina a todo su cuerpo.
Y medicina a todo su cuerpo.
23 Sobre
toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.
Porque de él mana la vida.
24 Aparta
de ti la perversidad de la boca,
Y aleja de ti la iniquidad de los labios.
Y aleja de ti la iniquidad de los labios.
25 Tus
ojos miren lo recto,
Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
26 Examina
la senda de tus pies,
Y todos tus caminos sean rectos.
Y todos tus caminos sean rectos.
27 No te
desvíes a la derecha ni a la izquierda;
Aparta tu pie del mal.
Aparta tu pie del mal.
Entre más leo, me doy cuenta que este no
tiene nada que ver con el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová. Mas bien, todo el capitulo presenta como un padre aconseja
a su hijo de alejarse de lo malo y que se convierta en alguien justo, básicamente
le dice que esto de hacerse justo es algo progresivo. Le dice como debe hacerlo
escuchando su palabra, guardándolas en su corazón, que sus ojos miren lo que es
recto, que no se desvié hacia lo malo y como puede lograrlo, el padre lo
invita en los primeros versículos a buscar sabiduría, inteligencia, a no
desamparar la ley de Dios. Y cuando haga todo esto será mas justo será mas
sabio. Y su senda, su camino será más claro para él, sabrá por donde caminar
por donde debe andar para tener exito.
Revisando en internet encontré una explicación muy parecida a la mía,
observe como dice:
El capítulo 4 de
Proverbios empieza con estas palabras: “Escuchen, oh hijos, la
disciplina de un padre, y presten atención, para conocer entendimiento. Porque buena instrucción es lo que ciertamente les
daré. No dejen mi ley” (Proverbios
4:1, 2).
A los jóvenes se les
aconseja escuchar la sana instrucción de sus padres piadosos, particularmente
la del padre. Él tiene la responsabilidad bíblica de satisfacer las necesidades
físicas y espirituales de la familia (Deuteronomio
6:6, 7; 1 Timoteo 5:8). Sin esa guía, le sería mucho más difícil al
joven alcanzar la madurez. Por lo tanto, ¿no debería el hijo aceptar con
respeto la disciplina de su padre?
Salomón
dice a continuación, rememorando su propia educación: “Yo resulté ser un hijo
verdadero para mi padre, tierno y el único delante de mi madre” (Proverbios 4:3). El rey
evidentemente recordaba su crianza con agrado. El joven Salomón fue “un hijo
verdadero” que tomó a pecho el consejo de su padre, David, por lo que debió
tener una relación afectuosa y estrecha con él. Además, Salomón fue “el único”,
es decir, fue muy amado. Es muy importante que el hijo crezca en un ambiente
hogareño afectuoso y que disfrute de una buena comunicación con sus padres.
Recordando el consejo
amoroso de su padre, Salomón relata: “Él me instruía y me decía: ‘Que tu
corazón tenga firmemente asidas mis palabras. Guarda mis mandamientos y
continúa viviendo. Adquiere sabiduría, adquiere entendimiento. No te olvides, y no te desvíes de los dichos de mi
boca. No la dejes [a la sabiduría], y ella te guardará. Ámala, y ella te
salvaguardará. La sabiduría es la cosa principal. Adquiere sabiduría; y con
todo lo que adquieres, adquiere
entendimiento’” (Proverbios
4:4-7).
¿Por qué es la
sabiduría “la cosa principal”? Sabiduría es la capacidad de poner por obra el
conocimiento y el entendimiento de modo que produzca
buenos resultados. El conocimiento, es decir, el saber que se consigue mediante
la observación y la experiencia o mediante la lectura y el estudio, es
fundamental para conseguir la sabiduría.
Salomón
continúa relatando las palabras de su padre de este modo: “Estímala altamente a
[la sabiduría], y ella te ensalzará. Te glorificará porque la abrazas. Dará a
tu cabeza una guirnalda de encanto; te otorgará una corona de hermosura” (Proverbios 4:8, 9).
La sabiduría piadosa protege a todos los que la abrazan. Además, los honra y
engalana. Por lo tanto, hagamos todo lo posible por conseguir sabiduría.
Haciéndose eco de la
instrucción de su padre, el rey de Israel dice a continuación: “Oye, hijo mío,
y acepta mis dichos. Entonces para ti los años de vida llegarán a ser muchos.
Yo ciertamente te instruiré aun en el camino de la sabiduría; ciertamente haré
que pises en los senderos trillados de la rectitud. Cuando andes, no será estrecho
tu paso; y si corres, no tropezarás. Ásete de la disciplina; no la sueltes.
Salvaguárdala, pues ella misma es tu vida” (Proverbios
4:10-13).
Como hijo verdadero de
su padre, Salomón debió apreciar el valor de la disciplina amorosa que instruye
y corrige. Sin una disciplina equilibrada, ¿cómo podríamos progresar a la
madurez o mejorar la calidad de nuestra vida? Si no
aprendemos de nuestros errores o si no corregimos las ideas equivocadas,
nuestro progreso espiritual será imperceptible. La disciplina razonable se
traduce en una conducta piadosa y así nos ayuda a ‘pisar en los senderos
trillados de la rectitud’.
Salomón advierte: “No
entres en la senda de los inicuos, y no andes directamente adelante al camino
de los malos. Esquívalo, no pases adelante por él; desvíate de él, y pasa
adelante. Porque ellos no duermen a menos que hagan maldad, y su sueño les ha
sido arrebatado a no ser que hagan tropezar a alguien. Porque se han alimentado
del pan de la iniquidad, y el vino de actos de violencia es lo que beben” (Proverbios
4:14-17).
Los inicuos, cuyos
caminos Salomón dice que debemos evitar, persisten en sus hechos viles. Hacer
lo que es malo es como alimento y bebida para ellos. No pueden dormir a menos
que hayan realizado actos de violencia. Su misma personalidad está corrompida.
¿Podemos en realidad salvaguardar nuestro corazón en su compañía? Sería
insensato ‘andar directamente adelante al camino de los malos’ exponiéndonos a
la violencia que contiene buena parte del entretenimiento actual. Si queremos
ser tiernamente compasivos no podemos ingerir las dosis insensibilizadoras de
escenas de maldad que se presentan en la pantalla de la televisión o el cine.
Utilizando aún la
analogía del camino, Salomón dice: “Pero la senda de los justos es como la luz
brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente
establecido” (Proverbios 4:18). El estudio de la Biblia y el esfuerzo por aplicar lo que esta dice en
la vida puede compararse a emprender un viaje en la oscuridad de la noche.
Cuando la negrura del firmamento nocturno empieza a tornarse azul oscuro en la
madrugada, no podemos ver prácticamente nada, pero al despuntar el alba, los
alrededores van haciéndose cada vez más claros. Finalmente, el Sol brilla con
fuerza y vemos todos los detalles.
¿Qué puede decirse de
aquellos que rechazan la guía de Dios y no quieren andar en la luz? “El camino
de los inicuos es como las tinieblas —dice Salomón— no han sabido en qué siguen
tropezando.” (Proverbios 4:19). Los inicuos son como el que tropieza en la
oscuridad sin saber con qué. Aunque parezca que el impío prospera debido a su
injusticia, su aparente éxito es solo temporal. El salmista cantó con respecto
a tales personas: “De seguro en suelo resbaloso es donde los colocas [Jehová].
Los has hecho caer en ruinas” (Salmo 73:18).
El rey de Israel sigue
diciendo: “Hijo mío, de veras presta atención a mis palabras. A mis dichos
inclina tu oído. No se escapen de tus ojos. Guárdalos en medio de tu corazón.
Porque son vida a los que los hallan y salud a toda su carne. Más que todo lo
demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son
las fuentes de la vida” (Proverbios
4:20-23).
El propio ejemplo de
Salomón da testimonio del valor que tiene el consejo de salvaguardar el
corazón. Es cierto que él ‘resultó ser un hijo verdadero’ para su padre en su
juventud y fue fiel a Jehová en su vida adulta. Sin una constante vigilancia,
aun el mejor de los corazones puede ser tentado a hacer lo malo (Jeremías 17:9).
Tenemos que mantener cerca de nuestro corazón, ‘en medio de él’, los
recordatorios de la Palabra de Dios, como la guía que suministra el capítulo 4 de
Proverbios.
Como les
parece esta explicación del capítulo 4 de Proverbios? Es la más coherente que
he visto en internet. Claro que tengo
que decir que le quite la propaganda religiosa que venía inmersa en ella y deje
lo respectivo a los versículos del capítulo 4 y creo que me quedo aun más
coherente. ¿Me creería usted que esto es extraído de la Atalaya del 15 de Mayo
del 2000 pagina 20-24?. Observe bien que la misma WT sabe que el versículo 18 y
todo el capitulo 4 tiene una aplicación muy diferente a la que ellos suelen
apelar para explicar sus fallos y sus cambios doctrinales.
Por aplicar la biblia de manera interesada y conveniente
a sus intereses, una razón mas para alejarse de la Watch.
Excelente!!
ResponderBorrarEste texto bíblico sabemos que no se refiere a la luz del conocimiento o el entendimiento. Esto es algo que proviene de los masones, que así entendían ese texto, y que Russell aceptó de los mismos masones. Dicho texto los masones lo ilustraban con una lámpara sobre un libro, que no significaba la Biblia, sino el libro del conocimiento en general, un libro no específico. El texto bíblico se refiere a la actitud o camino de los justos frente a la actitud de los inicuos.
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