Hola jay
Espero que esto no sea de mucha molestia, pero es para solicitarte que coloque en tu página esta carta, que envié hace años a la WTB&TS la cual nunca me respondieron. Fue hecha ya que el Dr. José Torres vega MD que menciono al final de la carta y quien es anciano de los TJ me juró que la WTB&TS me respondería a la misma ya que él no podía. Yo sabía que eso no era cierto pero de todos modo la envié y todo después de eso se me olvido, ahora la encontré entre mis cosas y deseo que sea pública, y así sea de beneficio para otros que deseen plaguera o utilizarla como deseen ya que puede hacer lo que quieran el propósito es beneficiar. Gracia de todos modos a tu respuesta. te la envá en attchment de MS Words también. es que no se de nadie mas que la pueda colocar tambien se la puedes enviar a otros si lo deseas para que hagan lo mismo.
tu amigo
David
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LOS TIEMPOS DE LAS NACIONES
Introducción por David García:
La Sociedad de Biblia y Tratados Watchtower recogió su doctrina sin respaldo histórico de la venida de Cristo en el 1914 de otras personas. Estos acomodan la destrucción de Jerusalén a la fecha del 607 a. de J.C., veinte años antes. Pero todos los historiadores señalan una fecha de 20 años más tarde (año 586). Esta especulación cronológica de los siete tiempos” la interpretan como siete años, emplean la expresión un día por un año cada uno compuesto de 360 días. Utilizan el pasaje de Daniel, capítulo cuatro, y las referencias al período de siete tiempos” de la fase de locura del rey Nabucodonosor cual tomó lugar bajo el final de su reinado. Siete multiplicado por 360 nos da 2,520 días, según la Sociedad Watchtower copió y utilizan la expresión un día por un año. Utilizando esta fórmula copiada de otros especuladores los 2,520 días se transforman en 2,520 años, que corren desde el 607 antes de Cristo hasta el año 1914 de nuestra era común. Estos 2,520 años los interpretan como los “tiempos de los Gentiles”.
Por lo general hay mucha información en la Internet sobre este esquema, cual yo lo divido en tres, es decir, el principio 607, el medio, los 2,520 y su final 1914. Siendo que del 607 hay buena información sobre su error me gustaría hacer énfasis en los 2,520. Pero hay muy poco sobre ‘el medio’ (los 2,520).
Es bien fácil manipular pasajes bíblicos para crear cualquier cosa. Para los testigos de Jehová sus enseñanzas a primera vista les parecen plausibles, a causa de que no cuestionan ni investigan a profundidad sus propias enseñanzas ni literatura las cuales a menudo utilizan razonamientos los cuales se contradicen. Éste es tal caso, le damos un ejemplo cual personalmente he compartido con varios testigos, esto sin exhortarles a que rebusquen más allá de su estructura interna de la organización religiosa bajo las preguntas formuladas, ni penetrar su sistema de enseñanzas y control.
Esta carta fue hecha por mí, a petición de un anciano testigo de Jehová. En su mayoría se utiliza información de la propia Sociedad sin cuestionarla como si esta fuese autorizada e indiscutible. Debido a que en sus tratados y literatura tienen un anuncio indicando dónde se les puede enviar preguntas en cada país, escogí la sucursal de Guaynabo Puerto Rico donde resido esperando una respuesta. La carta fue hecha bajo un tono afable e inquisitivo y respetuoso para evitar justificaciones y así no responder a la misma.
La Carta:
26 de junio de 2000
Sociedad Watch Tower
PO Box 3980
Guaynabo, PR 00970-3980
Estimados Señores,
He leído el nuevo libro: “Prestemos Atención a las Profecía de Daniel”, 1999. Me gustaría que me ayudaran con ciertas dudas que éste libro nos ha dejado, en el capítulo 6, páginas 82- 97. Ya que según dice en la página 293-294, párrafo 13,14 en la explicación de Daniel 12: 4 ustedes pueden o, discurre el reino del 1914. Esto debido a que según ustedes citan:
“...el verdadero conocimiento se ha hecho abundante. Los leales Testigos ungidos de Jehová se han visto favorecidos con una perspicacia que les ha permitido, por mencionar solo unos cuantos ejemplos, comprender que el Hijo del hombre comenzó a reinar en 1914,”. vea párrafo 14.
Debido a esto, entonces, le suplico su ayuda sobre estos temas que siguen sobre los 2,520 días. Esto lo hacemos por el consejo como ustedes ya saben del Dr. José Torres Vega MD. Siendo que él nos aconsejó que nos dirigiéramos a ustedes con nuestras preguntas, por lo tanto le suplico que le envíen copias tanto a él, como al principal de escuela, el Prof. Israel Acevedo de toda esta literatura incluyendo esta carta, puede disponer de ella como usted desee, pero lo importante es que hagan algo.
Mi primera pregunta y duda es: ¿Cómo los tiempos de las naciones terminaron en el 1914, si después de todo, las naciones han continuado rigiendo éste planeta tan igual como lo hicieron antes de esa fecha? ¡De hecho el número de las naciones se ha triplicado desde el 1914! Ya que para casi dos tercios de las naciones existentes de hoy día, sus tiempos han comenzado, y no ha terminado desde 1914. ¿Cómo entonces pudo haber terminado el tiempo de ellos para aquél año?
Mi otra duda y pregunta, es debido a que el libro afirma que: Los siete tiempos de locura de Nabucodonosor fueron 360 días, para un total de siete años sumando así un total de 2,520 días. En su diccionario Perspicacia, volumen # 2, Pág. 1120, y el nuevo libro: Prestemos Atención a las Profecía de Daniel”, en las páginas 95, 96, y en la Biblia la Traducción Del Nuevo Mundo” con Referencias del 1987, en la nota marginal al pie de la página, bajo el título: Tiempo, [esto se encuentra en Daniel 4:16 o en la página 1091]; Todas estas citas anteriores coinciden en decir qué para ése suceso de Nabucodonosor se trataba de siete años literales.
Entonces el diccionario Perspicacia, volumen #1 pág. 147, vea bajo el subtítulo: Egipto y Babilonia, y El Ciclo Metónico, también, por favor vean el diccionario en inglés: Aid to Bible Understanding del 1971, páginas 34, 277 – 280, 1630, 1677, y “Ayuda Para Entender La Biblia” del 1987, páginas 34, 99 – 100, 247 – 250. En todas estas citas mencionadas aquí en estas Bibliografías por la WTB&TS, se nos dice claramente que se le añadía un mes de 29 días, siete veces cada 19 años llamado Veadar, o Adar. Vea el diccionario Perspicacia, volumen #1, Pág. 49. De acuerdo a estas explicaciones, entonces entendemos qué; resulta que durante los siete tiempos o los siete añoscorridos que Nabucodonosor pasó atacado por Licantropía, forzosamente en ese transcurso hubo añadidos, por lo menos dos o tres de estos meses intercalados. Ya que se trató de un periodo de siete años corridos de locura, según se narra, y no de dos períodos de tres años y medio (3 ½) separados entre sí, como lo es en el caso de Revelación 12: 6, 14, donde no necesariamente puede aplicar el intercalar debido a que el período de tiempo transcurrido es muy corto y estos meses se intercalaban como nos dice en todas estas citas mencionadas por la WTB&TS, en los años 3º, 6º, 11, 14, 17, y 19. Es por esta razón que no aplicaría a un período más corto de tres años y medio (3 ½) separados, pero sí aplicaría a uno de siete años corrido como es el caso aquí.
Por lo cual ese período corrido de siete tiempos o siete años de locura de Nabucodonosor ya no fue de 2,520 días, sino más bien de, por lo menos, es seguro que fue de 2,549, o de 2,578 días; aún es posible un período de 2,607 días dependiendo de cuándo transcurrió éste período de siete años.
Según la información que nos suministra la propia Sociedad Watch Tower en su diccionario Perspicacia, volumen #1, Pág. 147, bajo el título: Año se nos dice que:
“En el antiguo Egipto el año era de 12 meses de 30 días, y anualmente se añadían 5 días más para adecuarlo al año solar. Por otra parte, los babilonios usaban el año lunar, pero ciertos años le añadían un mes decimotercero, llamado Veadar, para que las estaciones concordasen con los meses a los que solían corresponder. Ese tipo de año se llamaba lunisolar, y, obviamente, unas veces era más corto y otras más largo que el verdadero año solar, dependiendo de si el año lunar tenía 12 o 13 meses.”
Entonces esto significa que al calendario tanto egipcio como el babilónico se le añadían más días al año periódicamente. De modo que, de acuerdo a lo anterior, lo que nos dice la Sociedad Watch Tower en sus diccionarios, es que cinco [5] días más eran añadidos anualmente al calendario egipcio. Y al añadirle al calendario lunar babilónico significa que si éste período de locura de siete años que narra la Biblia hubiese sido bajo cualquiera de estos dos calendarios y no bajo el Ciclo Metónico, entonces tampoco podrían armonizar los 2,520 días para ese período de siete años corridos de la locura de Nabucodonosor.
Leyendo el nuevo libro: “Prestemos Atención a las Profecía de Daniel”, 1999, encontramos que es muy poco lo que ha cambiado desde que se publicó el libro “Hágase Tu Voluntad”, en el 1961, esto es contrario a lo que dice la Biblia que el conocimiento aumentaría en Daniel 12: 4, yo esperaba que la nueva luz funcionara aquí y resolviera este conflicto. Lo que nos ha producido estas preguntas en cuanto a éste tema de este período, y es precisamente la información que se encuentra en el libro: Hágase Tu Voluntad 1961, ya que en la página 107, los párrafos 39, y 40 nos dice:
“En la Santa Biblia a veces se usa un tiempo para representar un año literal... La Biblia mide por tiempo lunar cuando habla de meses y años. En el caso de Nabucodonosor un tiempo representa un año lunar, el cual se calculaba como teniendo un promedio de 360 días. De hecho, un año de doce meses lunares eran once días más cortos [354 días] que el solar. Por eso tenía que añadirse al calendario lunar un mes decimotercero [13] de veintinueve días a ciertos años, para armonizar el calendario con el calendario solar. Se añadía un mes decimotercerosiete veces cada diecinueve años.” Énfasis añadido
Siendo entonces que esta segunda interpretación que lleva al 1914 es aplicada por la Sociedad Watch Tower y no por la Biblia, ya que la Biblia no nos dice nada de esto que la Sociedad Watch Tower dice que apunta, pero por favor lea Daniel 4:19, 24; para la única interpretación que sí la Biblia nos dice. Esto entonces significa que, aún antes de seguir el patrón del ciclo metónico ya se les intercalaban días y un mes al calendario lunar bíblico a un periodo corrido de más de siete años esto para armonizar el calendario con el calendario solar, esto ocurría cada segundo o tercer año. Significa que en promedio, siete meses eran añadidos durante un período de 19 años. Esto es de acuerdo a la información que nos es suministrada aquí por la propia Sociedad Watch Tower.
¿Le pregunto, entonces, significa que en el período de siete años corrido de locura de Nabucodonosor por lo menos en unas dos o tres ocasiones el mes llamado Veadar o Adar de veintinueve días tuvo forzosamente que ser añadido e intercalado a ese período de tiempo corrido? ¡Ya qué la Biblia no nos dice nada en ningún lugar de cuántos días exactos fueron los que estuvo Nabucodonosor demente! En la Biblia sólo encontramos tiempos, si desea interpretarse como años no hay problema alguno.
Ahora bien, de acuerdo a la propia Sociedad Watch Tower aquí en su libro “Hágase Tu Voluntad” 1961, cual nos dice: “La Biblia mide por tiempo lunar cuando habla de meses y años.” Vea la nota marginal en Daniel 4: 16, en la Biblia TNM con Referencias, 1987, en español, para año, que dice: “De hecho, un año de doce meses lunares eran once días más cortos [354 días] que el solar. Esto entonces significa que el período de estos siete años corrido en el cual Nabucodonosor estuvo loco consistió ya sea de 2,536 días (7 x 354 = 2 x 29), o de 2,565 días (7 x 354 = 3 x 29). Entonces no sería correcto decir lo que ustedes dicen qué: “en el caso de Nabucodonosor un “tiempo” representa un año lunar, el cual se calculaba como teniendo un promedio de 360 días”, porque no es cierto, esto debido a que en la Biblia en ningún lugar nos dice categórica, implícita y explícitamente esa información, tampoco que fueron específicos 2,520, además de que contradice la información que suministra la propia WTB&TS. El decir eso de que fueron esa cantidad, sin ninguna prueba bíblica es sólo una conjetura. La pregunta a ser contestada es: ¿Si esto como lo pone la Sociedad Watch Tower es así de importante, por qué la Biblia no nos lo dice categóricamente en algún lugar cuántos días fueron con exactitud?
Debido a lo difícil que es armonizar esta información suministrada por la Sociedad Watch Tower, resulta bien difícil entender que esto sea bíblico. El utilizar 2,520 días, sacarlos prácticamente de la nada, o de una conclusión y cambiarlos ha años como un paralelo del período de locura de Nabucodonosor, y esto sólo con el propósito de llegar a una fecha preconcebida que no se encuentra en la Biblia y que para la organización ha tenido varios significados que se han ajustado a través del pasar de los años. Siendo que un paralogismo así es bien fácil de construir con la suposición de algo arbitrario, del mismo modo que lo hicieron muchos antes de Nelson H. Barbour, C T. Russell, esto lo sabemos claramente por lo que se nos narra en el libro: “Los Testigos de Jehová Proclamadores del Reino de Dios”, (1993) en las páginas 47-8, 132, 631-632. Charles Taze Russell siguió los puntos de vista de ciertos hombres de su tiempo, fue víctima de algunos de los mitos que ellos propagaron como “verdad revelada” y cada parte sucesiva del liderato de la organización Watch Tower han seguido el mismo rumbo, a veces agregando mitos adicionales en apoyo o elaborando del original.
El ciclo Metónico fue puesto en práctica aproximadamente en el año 500 antes de la E.C. Pero como hemos notado ya existía un método de intercalación aunque no se siguió el mismo método posteriormente, esto se debía a que como ya sabemos el año solar contaba con 354 días.
Es cierto que en la profecía (vea Mateo los capítulos 24, 25; Lucas 21 y Marcos 13), Jesús por lo menos en dos ocasiones se refiere al libro de Daniel. Esto cuando habla de “la cosa repugnante que está causando desolación”, según la TNM. Él directamente dice que: “como habló de ella por medio de Daniel el profeta”, Mateo 24: 15 compare con Daniel 11: 31 y Dn.12: 11. Y cuando habla de “la gran tribulación” [Griego thilipsis] “la cual no ha sucedido desde el principio hasta ahora”, Mateo 24: 21 según la TNM. Él claramente está citando de Daniel 12:1: donde dice: “Y ciertamente ocurrirá un tiempo de angustia como el cual no se ha hecho que ocurra uno desde que hubo nación hasta aquel tiempo.” Las primeras traducciones griegas — como la Septuaginta, y la versión de Teodoción— usaron la palabra ‘thilipsis’, de igual modo que en Mateo como referencia al capítulo cuatro de Daniel encontrado en Lucas 21: 24. La palabra “tiempo” (Griego kai-rói, la forma plural de kai-rós) en este texto no hay ninguna clara referencia a los “siete tiempos” de Daniel 4 como así mantiene la organización Watch Tower. Esta palabra común aparece muchas veces en ambas formas, plural y singular en las Escrituras Griegas como unas 300 veces en la traducción griega la Septuaginta de las Escrituras Hebreas. En Daniel 4 y Lucas 21, la palabra “tiempos”, están aplicados explícitamente a bastantes diferentes período —los “siete tiempos” están aplicados al período de la locura de Nabucodonosor, y el de “los tiempos de los gentiles”, al período de la holladura de Jerusalén— los dos períodos sólo se pueden igualar mediante darle una aplicación más allá de lo que le da el texto. Por lo tanto la supuesta conexión entre “los tiempos de los gentiles” en Lucas 21: 24, y los “siete tiempos” en Daniel 4:16, 23, 32 aparentan ser nada más que una conjetura por los dirigentes de la organización Watch Tower.
Para entonces probar que los “siete tiempos” de Daniel 4 están relacionados con los “tiempos de los Gentiles”, la Sociedad Watch Tower argumenta en su diccionario: “Perspicacia” Vol. 2 Pág. 1119, bajo el título: “Tiempos señalados de las naciones”, que:
“No obstante, un examen de todo el libro de Daniel revela que el factor tiempo es muy importante en sus visiones y profecías...”
“Además, el libro señala repetidas veces hacia el futuro, a lo que constituye el tema de sus profecías: la instauración de un reino eterno de Dios ejercido mediante la gobernación del “hijo del hombre”.”
Esto aunque es cierto de algunas visiones y profecías del libro de Daniel, sin embargo, no es verdad sobre todas ellas. Y hasta donde se puede ver, ninguna otra visión y profecía contenida en el libro de Daniel tiene más de un cumplimiento. Cuando Jesús en la profecía de la desolación de Jerusalén, en dos ocasiones se refirió a la profecía de Daniel en Mateo 24: 15 – 21, él no le dio a esta un segundo significado y un más grande cumplimiento como hace y afirma la Sociedad Watch Tower. Su primera referencia era para distinguir: “La cosa repugnante que está causando desolación”, en Daniel 4: 27; 11:3; 12: 11. El texto original de Daniel 9: 27 en el contexto del verso 26 parece señalar hacia la crisis culminando con la desolación de Jerusalén en el año 70 de la E.C. Lo mismo es cierto con la referencia a la “Gran Tribulación” de Daniel 12: 1, Jesús ambas de estas profecías las aplicó a la tribulación de la nación Judía en el año 67 E.C., él nunca las reaplicó. Otra cosa que debe tenerse en cuenta es que las frases y expresiones usadas por los primeros profetas son usadas o aludidas por otros profetas, no porque tienen una segunda aplicación de una profecía que ya fue cumplida, sino por el uso del “lenguaje profético” de los primeros profetas, usando frases similares, como expresiones, ideas, símbolos, metáforas etc., sobre los eventos proféticos que habrían de venir. Por ejemplo el apóstol Pablo frecuentemente señaló en su descripción del “hombre del desafuero” en 2ª Tesalonicenses 2:3-5 TNM, tomada de la expresión usada por Daniel sobre las actividades de Antíoco IV Epífanes. (Daniel 8: 10, 11; 11: 36, 37)
No hay nada que indique, ya sea en el libro de Daniel o en algún otro lugar de la Biblia, que el árbol cortado en Daniel capítulo 4 tiene más de un cumplimiento. Daniel claramente dice que se cumplió sobre Nabucodonosor vea, Daniel 4: 33. La Sociedad Watch Tower nos dice en “Perspicacia” Vol. 2, Pág. 1119, que: “un examen de todo el libro de Daniel... el libro señala repetidas veces hacia el futuro, a lo que constituye el tema de sus profecías: la instauración de un reino eterno de Dios ejercido mediante la gobernación del “hijo del hombre”.” No obstante haciendo tal examen encontramos que en realidad muchos de los capítulos en el libro de Daniel no contienen material que se pueda decir que: “el libro señala repetidas veces hacia el futuro, a lo que constituye el tema de sus profecías: la instauración de un reino eterno de Dios ejercido mediante la gobernación del “hijo del hombre”.” Debido a qué, el capítulo 1 de Daniel trata de sus compañeros en la corte de Babilonia, el capítulo 3 de Daniel trata de la historia de los tres hebreos y el horno de fuego, en el capítulo 5 de Daniel trata del festín de Belsasar, el capítulo 6 de Daniel trata de Daniel en el foso de los leones, el capítulo 8 de Daniel trata de la visión del carnero y el macho cabrío, cual culmina con el tirano reinado de Antíoco IV, en el siglo segundo antes de la venida de Jesucristo. Aunque la profecía de las “setenta semanas” en el capítulo 9 señala la llegada del Mesías, no nos dice nada de “la instauración de un reino”, ni siquiera aún las largas profecías en los capítulos 10 – 12 de Daniel, que terminan con “la gran tribulación” y la “resurrección” de “muchos que están dormidos en el suelo”. Daniel 12: 1-3 TNM.
El hecho es que la única clara y directa referencia al establecimiento del reino de Dios se encuentran en los capítulos 2 y el 7, vea a Daniel 2: 44, 45 y 7: 13 –14, 18, 22, 27. Por lo tanto cualquier precedente que nos diga que en el capítulo 4 de Daniel hay una segunda aplicación a los “siete tiempos” de “licantropía” de Nabucodonosor, la realidad es que simplemente no existe.
Si como se reclama, los tiempos en el cual la visión fue dada debería indicar un cumplimiento mayor, señalando a los 2,520 años del cesar de la dinastía de David, la realidad es que se debió haber dado cerca de, o preferible, en el mismo año que se destronó al rey Sedequías. Frecuentemente en el tiempo en el cual se da una profecía es de suma importancia ya que tiene una conexión con el cumplimiento y la fecha de la profecía. Por ejemplo, la profecía de las “setenta semanas” vea a Jeremías 25: 1. Otros ejemplos son; las visiones y las imágenes de Daniel, usualmente están todas fechadas: el sueño de la imagen está fechado al segundo año de Nabucodonosor Daniel 2:1, la visión de las cuatro bestias al primer año de Belsasar Daniel 7: 1; la visión del carnero y el macho cabrío al tercer año de Belsasar Daniel 8: 1; la profecía de las setenta semanas al primer año de Darío el Medo Daniel 9: 1; y la última profecía al tercer año de Ciro Daniel 10: 1. ¡Pero no se nos da fecha alguna para la visión del árbol cortado en Daniel capítulo 4! Lo cual lógicamente se hubiese dado si fuera tan importante con una segunda aplicación como la Sociedad Watch Tower cree y dice que: “aporta base como para creer”, vea el diccionario: “Perspicacia” Vol. 2, Pág. 1119. La única información concerniente al tiempo se da en el verso 29 donde doce meses después éste sueño tuvo su cumplimiento. Aunque ningún año de reinado es dado, es muy probable que los “siete tiempos” de locura de Nabucodonosor tuvo su cumplimiento cerca del fin de su reinado, la base para esta concusión es debido a como él se jactaba en su declaración cual fue el motivo por lo cual se cumplió el sueño sobre él, vea Daniel 4:30. La pregunta entonces es; ¿cuándo fue que Nabucodonosor probablemente pronunció estas palabras?
A través de su reinado de 43 años Nabucodonosor se envolvió en numerosas construcciones de edificios y proyectos en las ciudades de Babilonia. Las inscripciones cuneiformes demuestran que Nabucodonosor fue primordialmente un constructor y no un guerrero. Él renovó y restauró 16 templos en Babilonia, incluyendo dos templos de Marduk. Completó dos grandes muros de la ciudad, embelleció las calles de Babilonia, reconstruyó el palacio de su padre Nabopolasar, y construyó otro palacio para su propio uso, que fue terminado para la fecha del 570 a. E.C., y otras arquitecturas adiciónales. Vea a, Nabuchadnezzar and Babylon (en Oxford: Oxford University Press, 1985, páginas 42 a 80).
Fue evidente que al terminar su actividad de construcciones, fue que la visión del árbol cortado le fue dada, como es señalado por el propio orgulloso Nabucodonosor en sus propias palabras en Daniel 4: 30. Esto señala hacia el final de sus 43 años de reinado, y consecuentemente muchos años después de la destrucción de Jerusalén en el año 18 de su reinado, como afirma la Sociedad en “Perspicacia” Vol. 2 Pág.1119.
Una profecía por definición mira hacia el futuro. ¿Cómo entonces pudo el tiempo en el cual la visión se dio indicar cualquier otra cosa muchos años antes? El cumplimiento de esta profecía comenzaría no antes, pero sí subsecuentemente al tiempo en el cual la profecía fue dada. El tiempo de este sueño en particular por lo tanto, no sólo parece tan importante siendo que la profecía no es fechada, pero actualmente se puede usar como argumento contra una “segunda aplicación” a un período comenzando con la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor, siendo que el sueño le fue dado evidentemente muchos años después que el evento ya había tenido su cumplimiento.
Es cierto que Nabucodonosor fue el instrumento causante de la ruptura de esta dinastía, pero, pregunto ¿no es improbable qué la oposición ejercida de la soberanía de Nabucodonosor simbolizara la soberanía de Jehová expresada a través de la dinastía de David, mientras contemporáneamente durante los “siete tiempos” de su locura, en su total importancia esta sea un símbolo del dominio del mundo ejercido sobre los gentiles de parte de Dios? ¿O, fue que él jugó dos papeles durante sus “siete tiempos” de locura? Es decir, (1) Su falta de poder representando la rotura en la dinastía de David durante el periodo de los 2,520 años; y (2) su estado semejante a bestia, mostrando el regir de los gentiles en la tierra.
Como se puede ver, los paralelos entre el cumplimiento literal y la tal llamada ‘segunda aplicación’, están en tensión, una segunda aplicación por lo tanto, se convierte en una bastante complicada y confunde al no estar mencionada en la Biblia. ¿No sería esta aplicación mucho más preferible sí la visión se le hubiese dado a unos de los últimos reyes de Judá, en lugar de a Nabucodonosor? ¿No sería mejor que esta clase de visión se le diese a un rey de la dinastía real de David, ya que es una figura más natural de esa dinastía y de la pérdida de poder por los “siete tiempos” experimentada por tal rey, ya que sería una figura más natural de la pérdida de la soberanía de la línea Davídica? Evidentemente entonces, a la persona a quién se le dio la visión es una clara indicación que no va más allá de la que se dio directamente a través de Daniel el profeta en el Capítulo 4 versos 17 y 33, es decir, el tema de la visión del árbol cortado expresado en Daniel 4: 17, tiene claramente un sólo significado: “...que sepan los vivientes que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad, y que a quien él quiere [darlo] lo da, y coloca sobre él aun al de más humilde condición de la humanidad. ” TNM.
El concluir que la visión indica que Cristo vino en el 1914 sería leer más allá de lo que la Biblia dice. Jehová Dios siempre ha sido el regidor soberano en el reino y dominio del hombre aunque no sea reconocido por todos. Pero sí, David sí se dio cuenta de esto cuando escribió diciendo:
“Jehová mismo ha establecido firmemente su trono en los cielos mismos; y sobre toda cosa su propia gobernación real ha tenido la dominación.” —Salmo 103: 19 TNM
“Tu gobernación real es gobernación real para todos los tiempos indefinidos, y tu dominio dura por todas las generaciones sucesivas.” —Salmo 145: 13 TNM
Por lo tanto, Jehová Dios siempre ha ejercido control sobre la historia del hombre y Él ha maniobrado los eventos de acuerdo a Su propia voluntad:
“Y él cambia tiempos y sazones, remueve reyes y establece reyes, da sabiduría a los sabios y conocimiento a los que conocen el discernimiento.” —Daniel 2: 21 TNM
Esta fue la lección que Nabucodonosor al igual —que todos los reyes antes y después de él— tenían que aprender. El período que siguió la desolación de Judá y Jerusalén por Nabucodonosor no representó ninguna ‘excepción o interrupción al regir supremo y soberano de Jehová Dios’, a pesar de la ruptura de la dinastía real de David. Las naciones gentiles durante ese período nunca gobernaron supremamente. Jehová tomó acción contra el imperio babilónico mediante levantar a Ciro para capturar a Babilonia en el 539 a E.C., vea Isaías 45: 1. Luego Alejandro el Grande destruyó el imperio Persa. La expresión “de más humilde condición” en Daniel 4: 17 no es una clara indicación de que fue intencionada a Jesucristo, ya que Jehová en su trato con el hombre en muchas ocasiones ha destronado a poderosos y activos, y exaltado a los reyes de humilde condición. Esto fue mencionado siglos después por María la madre de Jesús cuando dijo:
“Poderosamente [Dios] ha ejecutado con su brazo, ha esparcido a los que son altivos en la intención de su corazón. Ha rebajado de tronos a hombres de poder, y ensalzado a los de condición humilde.” —Lucas 1: 51 – 52
Por lo tanto, cuando el santo vigilante mencionado en el sueño de Nabucodonosor anunció que: “...el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad, y a quien él quiere [darlo] lo da, y coloca sobre él aun al de más humilde condición de la humanidad”, él simplemente parece estar exponiendo el principio universal de cómo es que Jehová Dios trata con la humanidad. No hay ninguna indicación de que él estuviese indicando una profecía concerniente al establecimiento del reino mesiánico con Jesucristo en el trono. El tema de ésta visión es, que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad, esto es demostrado mediante el trato de Jehová con el orgulloso Nabucodonosor quién a través de su experiencia llegó a reconocer éste principio universal, en Daniel 4: 3; 34-37. Mediante la lectura sobre esta experiencia de humillación de Nabucodonosor, las personas que viven en cualquier generación pueden llegar a comprender esta misma verdad.
De acuerdo a la Sociedad Watch Tower el cálculo de los “siete tiempos” representando el período de los 2,520 años, este está fundado sobre el tal llamado “concepto de un día por un año”, como un período general. Éste fue tomado por CT Russell de los segundos adventistas, vea esto en el libro: “Los Testigos de Jehová Proclamadores del Reino de Dios”, 1993, páginas 46 – 48; 134–136; 631–632. Pero luego comenzó a ser abandonado parcialmente por el segundo presidente de la Sociedad JF. Rutherford al comienzo de los años 1920, y finalmente junto con la fecha del 1874 hasta que fue abandonado en los años 1930. Lo interesante es que las citas aquí mencionadas anteriormente hacen mención de esta creencia, pero no dan ninguna indicación que la organización Watch Tower continuó enseñando esto sobre la fecha 1874 hasta los años 1930, aún después de la famosa fecha del 1914, vea el libro; “Profecía”, publicado en el 1932 en español,por la WTB&TS cual dice:
“La prueba bíblica es al efecto de que la segunda presencia de Cristo comenzó en 1874. En el folleto titulado La Vuelta de Nuestro Señor se trata de esto en detalle.” —Libro Profecía, 1932 página 72, edición en español (el énfasis en itálicas es por ellos)
Este concepto a principio estaba basado en las 2,300 tardes y mañanas de Daniel 8: 14, y en los 1,260, 1,290 y 1,330 días. (Daniel 12: 7, 11, 12; Revelación 11: 2, 3, 12, 14) y los pasajes de Números 14; 34 y Ezequiel 4: 6. En el principio era citado como la prueba de éste llamado “concepto de un día por un año”. Pero éste concepto ya no es aceptado como un período general de interpretación por la Sociedad Watch Tower como en el pasado, vea la revista La Atalaya del 15 de mayo de 2000, página 14, párrafo 28, para el cambio hecho sobre los 2,300 días del capítulo 8 de Daniel, así como los 1,290 días y los 1,335 días del capítulo 11 de Daniel sobre su posición anterior, aunque aún se citan para apoyar particularmente estos 2,520 años de cálculos.
El aplicar este concepto como si fuese un principio bíblico a los “siete tiempos” de Daniel capítulo 4, es evidentemente muy arbitrario, y esto es ir aún más allá, si aquellos que se dedican a hacer las aplicaciones, no aplican este “principio” a otros periodos proféticos como por ejemplo, cuando Dios le dijo a Noé: “Porque dentro de solo siete días más voy a hacer que llueva sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches” —Génesis 7:4, o cuando Jonás le dijo a los habitantes de Nínive que: “Solo cuarenta días más, y Nínive será derribada”. —Jonás 3:4 ¡Ellos no entendieron como que esto significaba que Nínive sería derribada muchísimo años después de que pasaran esos cuarenta años! ¡Asimismo, miles de pasajes bíblicos se pueden citar como ejemplo del por qué no se puede usar arbitrariamente un pasaje bíblico y aplicarlo como un supuesto “principio” y decir que en tiempos bíblicos proféticamente siempre pueden significar años!
De acuerdo a nuestra humilde opinión, y sobre la base de las evidencias que hemos descubierto, hasta ahora (esto a menos que ustedes nos prueben lo contrario en su totalidad, de todo lo que hemos citado aquí, y estamos dispuestos a escucharles) entendemos que éste cálculo copiado de otros por la organización Watch Tower de los 2,520 años es sólo un sofisma, que está basado en una serie de suposiciones sin fundamento alguno. Debo hacer claro que entendemos que Daniel pudo haber usado un año profético de 360 días en otras de sus profecías, me estoy refiriendo a las “setenta semanas”. Pero el hecho de que las antiguas civilizaciones en India, Mesopotamia, y otras usaron un sistemático año de 360 días, como se conocía en Babilonia y Egipto en los tiempos de Daniel, no se podía aplicar al diario vivir de aquel tiempo sin adecuarlo al año solar cada cierto período de tiempo añadiéndole días, como nos dice el diccionario “Perspicacia” volumen 1, página 147. Esto además de encontrarse aquí también, lo puede ver en el libro antes citado “Hágase tu Voluntad” página 107, y es confirmado por varios textos astronómico como por ejemplo la tablilla Enuma Aun Enlü, también vea The lunar Eclise Tablest of Enuma Aun enlil (= Beiheft 22 de archivfür orientforschung, horn, Austria; Verlag Ferdinand Berger & Sóhne Gesellschaft M.B.H.., 1988), página 133. Por lo tanto si es que Dios utilizó tal vía sistemática no se puede excluir, ahora bien, no hay la más mínima evidencia que Nabucodonosor estuvo categóricamente 2,520 días exactos durante ese período corrido de siete años. Todo lo que ha presentado la organización Watch Tower es una conjetura que ha tenido que ajustar y cambiar a través de los años debido al conflicto de intereses que ha ocasionado el retener el 1914 como un año señalado sin base bíblica ni histórica.
Espero que usted con suma paciencia dé lectura a mi carta, y entienda que con toda sinceridad y candidez a base de lo que hemos encontrado en su literatura, le estamos expresando nuestras dudas sobre la organización Watch Tower como que es el “único canal de Dios para la humanidad”, por lo tanto esperamos que ustedes como representantes de “el cuerpo gobernante” de esta organización indague, y nos ayude dándonos las respuestas completas, y cabales, sobre todo éste tema que les hemos expresado aquí. Esperamos su respuesta tanto al Dr. José Torres Vega MD. Espero esto se haga lo más pronto posible para así poder beneficiarnos de su conocimiento y de esa perspicacia que la organización Watch Tower dice tener, mencionada en la revista La Atalaya del 15 de mayo de 2000 página 11, párrafo 6, donde dice que:
“En este “tiempo del fin muchos cristianos fieles han discurrido sobre el contenido de las páginas de la Palabra de Dios, la Biblia Jehová ha bendecido sus esfuerzos y el verdadero conocimiento se ha hecho abundante. Por ejemplo, los Testigos ungidos se han visto favorecidos con una perspicacia que les ha permitido comprender que Jesucristo comenzó a reinar en los cielos en el 1914.”
Siendo que éste tema para los testigos de Jehová locales es demasiado difícil comprender y aún más explicarlo, esto debido a su total dependencia en la literatura de la organización y no en su propio conocimiento en la Biblia ni en la historia, acudimos nuevamente a ustedes ya que se nota que ustedes no dudan de ésta organización y pueden poner su fe en ella sin ninguna preocupación en lo que la Biblia pueda decir, aunque la Biblia dice en 1ª de Juan 4: 1: Amados, no crean toda expresión inspirada, sino prueben las expresiones inspiradas para ver si se originan de Dios.” De todos modos la intención suya debería ser la de edificar hombres y mujeres de manera que no sean bebés espirituales, dependiendo de hombres o de un sistema institucionalizado, sino más bien que sean capaces cómo cristianos maduros y completamente desarrollados. No debería ser su intención sólo entrenarlos para que sean conformistas con un grupo de normas y reglas organizacionales, sino más bien, ayudarles a ellos para que puedan llegar a ser: “personas maduras, a los que mediante el uso tienen sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto”, —Hebreos 5: 14. Sea cual fuese el acuerdo que usted tiene con la organización Watch Tower usted debería primero contribuir a un sentimiento genuino de hermandad, estimulando a los hermanos a tener más autonomía de expresión y mutua confianza aún en sus desacuerdos con algunas de las enseñanzas, ya que la verdadera hermandad la trae, no una organización compuesta por unos pocos gobernantes y muchos que son los gobernados. Finalmente el modo de tomar la delantera sería por medio del ejemplo, y por medio de adherirse firmemente a la Palabra de Dios, pasando a otros, inculcando en ellos, las enseñanzas del Maestro en la manera que él las dio, y no ajustándolas constantemente para que encajen con los intereses de una organización humana, tampoco por medio de ‘hacer que la gente sienta el peso de la autoridad del liderazgo’ de igual modo como lo hacen los lideres importantes de este mundo. La Biblia nos advierte: Pero sigan vigilando que ésta autoridad suya no llegue a ser de algún modo tropiezo para los que son débiles.” 1ª Corintios 8: 9. Deberíamos exaltar sólo a Jesucristo como la cabeza activa, y nunca la exaltación de una autoridad terrenal y sus oficiales.
Gracias anticipadas, nuevamente de parte del Dr. José Torres Vega MD., [Gastroenterólogo] y las mías. Junto con esta reciban con todo amor cristiano nuestros saludos respetuosos.
Un fuerte abrazo,
David García Claussell